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Cada día que pasa se están viendo más enfermedades que antaño, con la alimentación que llevaban nuestros antepasados, eran impensables; como gran parte de las dolencias cardiovasculares, endocrinas, renales, respiratorias, gastrointestinales y demás. En líneas generales un amplio compendio de dolencias derivadas de un consumo abusivo de productos industrializados saturados de aditivos químicos, los encargados de prolongar la fecha de caducidad de manera artificial, de mejorar los colores o densidades, y mucho más.

De ahí que sea importante escoger productores que utilicen materia primera sin aditivos innecesarios, conservando la cadena de calidad que toda empresa alimentaria debería tener, y lo que es también muy importante, poniendo un especial cuidado a los procesos empleados y al cariño colocado en el producto. Y a pesar de que esto último pueda parecer extraño, no lo es tanto, ya que la mano sabia que hay detrás acaba dando su toque diferenciador. Los pequeños productos, a diferencia de las grandes firmas, deben competir con la calidad, más no con el volumen y el precio; y eso se acaba notando en el paladar.

Y todo ello es precisamente lo que sucede en Juan Flores a la hora de poner en el mercado sus productos cárnicos, y especialmente la chistorra, la joya de la corona. ¿Por qué emplear conservantes como si no hubiera un mañana a la hora de producir chistorra? Este tipo de técnicas no hacen más que empeorar el resultado de este producto típico navarro; y lo que es peor, que ayudan a generar, con los años, las enfermedades que os comentábamos al inicio. Y ello por no hablar de la mala imagen que acaban dando al sector cárnico aquellas empresas que trabajan así, afectando a los pequeños productores que se esmeran día a día para dar lo mejor de si a sus clientes. Con Juan Flores este tipo de técnicas quedan de lado, empleando solamente medios e ingredientes naturales.

Una buena chistorra tiene un secreto que quizá no lo sea tanto: el uso de la mejor materia prima del mercado; algo que ha hecho que las chistorras de Juan Flores se diferencien de la competencia. Y a decir verdad tampoco hay mucho más allá ni existe la necesidad de complicarse la vida, pues todo pasa por emplear el mejor magro de cerdo, pimentón y ajo. Es más, en el caso de la línea ecológica la cosa incluso es aún más cuidada, pues nos encontramos con una chistorra elaborada sólo a base de ingredientes ecológicos; con lo que se garantiza el máximo resultado organoléptico y de cara a la salud. Es más, Juan Flores fue el primer productor de chistorra ecológica navarra; ahí queda el dato del compromiso por la excelencia.

¿Queréis saber si una chistorra tiene visos de ser buena? Mirad el etiquetado de ingredientes; si hay algo diferente a la carne de cerdo, al pimentón y al ajo, tened mucho ojo con lo que compráis. Y en caso de duda, o si queréis ir directamente a tiro fijo, ya sabéis, recurrid a Juan Flores; la marca de la auténtica chistorra de Navarra.

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